jueves, 8 de marzo de 2012

Cuaresma 2012

Tema 3. La Sociedad se forja en la familia

La participación del hombre en la sociedad, nos demuestra que el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la propia sociedad están mutuamente condicionados: el sujeto y el fin de todas las instituciones es y debe ser la PERSONA HUMANA, que se integrará a una Sociedad, formándose a través de la primera comunidad-sociedad en la que se forma originalmente: la Familia. La vida familiar y la vida en la sociedad se entremezclan y no deben verse como una sobrecarga accidental. En ambos se inicia con el trato con los demás, de la reciprocidad de servicios, dialogo con los hermanos. La vida familiar y social engrandece al hombre todas sus cualidades y lo capacita para responder una vocación.

Es cierto que las perturbaciones que tan frecuentemente agitan la realidad social proceden en parte de las tensiones propias de las estructuras económicas, políticas y sociales. Pero proceden, sobre todo, de la soberbia y del egoísmo humano, que trastornan el ambiente social y familiar. Cuando el pecado visita y se instala en la realidad social y familiar, comienza la viciada consecuencia del pecado, ya que la persona, se ve inclinada ya al mal desde su nacimiento, y si encuentra nuevos estímulos para someterse al pecado, cede ante la debilidad y aparentemente gana el mal, el cual sólo podrá ser vencido con un sincero esfuerzo ayudado por la Gracia.

La familia es la “célula primera y vital de la sociedad”. Su origen está en Dios creador, y no en la voluntad humana. Dada la importancia de la familia para la sociedad, “la familia lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad”, la autoridad civil debe considerar como deber grave “el reconocimiento de la auténtica naturaleza del matrimonio y de la familia, protegerla y fomentarla, asegurar la moralidad pública y favorecer la prosperidad doméstica”. También, en el seno de la familia, la persona descubre los motivos y el camino para pertenecerá al familia de Dios.

La actual cultura dominante trata de legitimar la separación del sexo y el amor; del amor y la fidelidad al propio cónyuge, y de la sexualidad y la procreación. La familia, Comunidad natural en donde se experimenta la sociabilidad humana, contribuye en modo único el insustituible al bien de la sociedad. La comunidad de la familia nace de la comunión de las personas: la comunión se refiere a la relación personal entre el “yo” y el “tú”. La comunidad, en cambio, supera este esquema apuntando hacia una “sociedad”, un “nosotros”. La familia, comunidad de personas, es por consiguiente la primera “sociedad” humana.

En la Pastoral Familiar se debe accionar un proyecto, en comunión con la Comunidad-Iglesia, como pueblo de Dios, para ayudar a las familias a cumplir su misión en la sociedad y en la Iglesia, a partir de la propia experiencia de comunión familiar.

Por lo que debemos mantener una meta en común: Que la luz del Espíritu Santo, nos asista y redescubramos para reconocer, amar y anunciar a Jesucristo; proclamando, celebrando y viviendo la Eucaristía, y continuar con el itinerario de fieles discípulos misioneros; comenzando desde la familia, promoviendo sus valores para la edificación del Reino de Dios y la conversión personal, familiar y de nuestras comunidades.

Reflexión
¿Cuál es la importancia de la familia en la sociedad?

¿Cómo se promueven los valores sociales en nuestros hogares?

¿Hoy en día, crees que vale la pena pertenecer a una familia?

¿Qué valores hemos perdido en la familia?
¿cuáles podemos rescatar?

1 comentario:

  1. Por qué ya no publican aquí y ponen las misas por qué hay personas que necesitan escuchar misa y no tienen redes sociales

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